Yonhy Lescano
Luego que el país entero fue testigo de cómo
empresas tramposas le vendían al pueblo gato por liebre como el caso de la
inefable leche Pura Vida, o jugos de fruta sin fruta, o chocolates que no
tienen cacao, o productos light llenos de grasa, etc, resulta que la mayoría
parlamentaria del Congreso, sin ningún pudor, ha premiado a estas empresas y
sus distribuidoras -los supermercados- el jueves pasado con una Ley donde el
Estado les va a comprar alimentos que han perdido valor comercial, o sea, que
están por vencer o han vencido, hasta el límite del 1.5% de sus ventas netas de
alimentos, para entregarlos a las poblaciones afectadas por desastres. Decimos
que el Estado les va a comprar, porque en la práctica eso es lo que va a
suceder, ya que las falsas donaciones de alimentos de los supermercados se van
a deducir del impuesto a la renta anual a cargo de estas empresas. Esto es una
traición al pueblo, ya que en el fondo es un negocio a favor de los
supermercados, que van a entregar alimentos en malas condiciones, con
ingredientes adulterados. ¿Por qué se dan estas leyes abusivas? Porque estas
empresas tienen lobbystas a su servicio, a los que denuncié en la sesión del
Pleno de la semana pasada.
Resulta que estamos llenos de alimentos no
saludables, con alto contenido de azúcar, sodio, grasas saturadas, grasas
trans, que los supermercados venden a manos llenas, siendo cómplices de la
publicidad engañosa que difunden las empresas tramposas. Y a pesar de todo esto,
la mayoría parlamentaria aprista y fujimorista, aprobó una ley, que es el
resultado de un impúdico lobby a favor de los supermercados.
¡Qué tal “negociazo” a expensas de la salud del
pueblo! Originalmente, el límite de la deducción era el 10% de la renta neta
anual del supermercado, pero esto no era suficiente para estas empresas.
Querían más. y consiguieron que la Comisión de Economía con la diligente ayuda
de la señora Mercedes Aráoz, aprobara otro dictamen, con una fórmula edulcorada
que pretende disimular el abuso en perjuicio del Estado, y del pueblo. La nueva
fórmula de la autógrafa –como ya se dijo- dispone que la deducción tendrá el
límite del 1.5% del total de las ventas netas anuales de alimentos. ¡Qué vivos!
Creen que el pueblo no se dará cuenta; pero al pueblo no se le puede engañar, y
en su oportunidad, castigará con los votos, a estos lobbystas y traidores.
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