Yonhy
Lescano
El sueño de la casa propia implica para la
gran mayoría de peruanos, la necesidad
de endeudarse con un banco a través de un crédito hipotecario. El promedio de
plazo es cercano a los 20 años, y durante todo este período están obligados a
pagar, dentro de sus cuotas mensuales,
dos clases de seguros :
El primer seguro, es el denominado “seguro de
desgravamen”, para la eventualidad de que el deudor fallezca y haya un saldo de
deuda, en cuyo caso el banco va a la empresa de seguros y ésta le reembolsa
todo el crédito.
El segundo seguro, es el que se llama “seguro
contra todo riesgo”, que el banco contrata con la aseguradora para que ésta, le
indemnice el valor del inmueble cubierto con la hipoteca, si es que se produce
algún siniestro que –por ejemplo- afecte
severamente o destruya el bien
hipotecado por efecto de un terremoto, una conmoción civil, una inundación, un
incendio, etc. Pero la prima de este contrato, es decir, el pago mensual para mantener
esta cobertura, lo realiza el cliente, mes tras mes y año tras año, hasta
terminar de pagar la hipoteca. En otras palabras, el banco contrata una
cobertura contra todo riesgo en su exclusivo beneficio, pero el costo se lo
traslada al deudor hipotecario, en su cuota mensual. Se trata de una típica
cláusula abusiva que prohíbe el Código del Consumidor pero que ahí está más
viva y vigente que nunca, a vista y paciencia de la SBS y de INDECOPI.
Se da el caso en que el cliente, por
ejemplo, ha pagado las cuotas
correspondientes a 10 años, y le resta pagar otros 10 años de su crédito
hipotecario; y acontece un incendio que destruye el departamento que viene
pagando. Entonces, el banco activa el seguro “contra todo riesgo” a su favor, y
la aseguradora le reembolsa el saldo de crédito. El banco no pierde nada. En
cambio, el cliente, se queda sin departamento, pierde los pagos de 10 años que
realizó, y encima, tiene que continuar pagando las cuotas de los otros 10 años
que faltan pagar. Si quisiera que esto no pase, tendría que contratar por su
cuenta un nuevo seguro “contra todo riesgo”, esta vez en su beneficio, es
decir, terminaría pagando este seguro dos veces, lo que seguramente no hace
nadie. La solución está en acabar con el abuso de que los bancos contraten
estos seguros a expensas de los deudores. Si quieren cobertura, que pongan de
la suya.
¿Cuántos deudores están en este trance? Pues
están 214,565 deudores hipotecarios al primer semestre de 2017.
La Realidad De La Educación Peruana
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=uvYHyvXIGIQ&index=1&list=PLwuKJsL-NeEUGIj08-s3d26peeJyy6EMH
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