3 abr 2018

Sueldo para la mujer en la familia.



Personas de todo el mundo están sumándose a la movilización que busca que las mujeres encuentren un horizonte de posibilidades a favor de la igualdad. Estamos atravesando una época de desarrollo en el que millones de ellas están comenzando a levantar la voz ante los abusos que tantos años las han oprimido.

En el Perú, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar realizada en el año 2016 por el INEI, el 25,0% de los hogares peruanos tenían como jefe de familia a una mujer. En referencia al área de residencia se encontró que la proporción en el área urbana fue mayor con 26,5% y en la rural con un 20,4%. Esto evidencia que una cuarta parte de nuestras familias estaban dirigidas por mujeres.

El pasado 8 de marzo, día de la mujer, presentamos el proyecto de ley N°2519 que reconoce el trabajo de las amas de casa para que puedan tener acceso a un salario mensual equivalente al 70% de la remuneración vital (S/. 651.00). Dirigido a todas las madres que no posean ingresos del ámbito público o privado y que tengan hijos menores de 18 años, o con hijos que se encuentren siguiendo con éxito sus estudios superiores hasta los 24 años de edad. Es urgente que el trabajo sacrificado de las mujeres en la familia sea reconocido y dignificado, para empoderarlas y no se sumen a las estadísticas de víctimas de violencia en el Perú, porque los hombres abusando de que tienen el poder de la billetera violentan a la mujer y sus hijos.

Los gobiernos anteriores no han puesto atención a la desigualdad que se atraviesa en los hogares, puesto que no contamos con ningún programa exclusivamente diseñado a favor de que las amas de casa sean jefes del hogar. Es un grupo social, hasta el momento, ignorado por el Estado a pesar de que representa una contribución real para que nuestra sociedad se desarrolle. Muchas veces escuchamos decir entre la gente que ‘el trabajo de la casa no es trabajo’, esta idea construida en el imaginario popular es una falacia. El trabajo de las amas de casa pasa por atender las necesidades básicas de sus hijos, tomar decisiones, encargarse del presupuesto mensual de gastos, administrar el dinero del hogar, entre otros; lo cual significa dirigir una unidad económica (familia) como lo consideran muchos países del mundo.  

Si queremos igualdad, tenemos que exigirla. El Estado debe esforzarse por otorgarle un reconocimiento en retribución a los beneficios que las mujeres ofrecen a la sociedad. Esto impactará directamente a la lucha efectiva contra la pobreza en el país, ya que la mayor tasa de amas de casa se encuentra en los sectores D y E, con esto desarrollaríamos mejores políticas sociales enfocadas en mejorar la calidad de vida y acceso a mejores oportunidades.

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