Después de muchos días de temblores políticos, llegó
una buena noticia para todos los peruanos: la observación, por parte del
Ejecutivo, de la autógrafa de ley que propone eliminar los octógonos de la Ley
de Alimentación Saludable. El mismo gobierno ha calificado como “un grave
peligro” para la salud de los peruanos que esta iniciativa legislativa pudiera
entrar en vigencia.
Recordemos que fue aprobada por la mayoría
fujimorista y también con votos a favor de la bancada oficialista. A pesar de
que insistimos con suspender el debate para recabar opinión de la comisión de
Salud, y advertimos de la existencia de lobbys de grandes industrias que
estaban detrás de la modificación de la ley, su aprobación no pasó por el
pleno. Se aprobó en la comisión permanente y, además, la exoneraron del debate
y de segunda votación en el pleno.
Crea muchas suspicacias intentar modificar una ley que ni siquiera ha entrado en vigencia. Es un
contrasentido, si no se ha puesto en marcha la ley original, ¿cómo saben los
impulsores de esta nefasta iniciativa qué es lo que no va a funcionar? Hay que
preguntarnos, sobre todo, ¿cuáles son los intereses? El asunto es que este
cambio atenta directamente contra la salud pública, contra los niños y contra
la población peruana que sufre de males cardiacos, obesidad, diabetes y cáncer.
Los octógonos ofrecen información sencilla
y simple para que toda persona que tenga que comprar alimentos procesados pueda
comprender los rótulos que señalan cuándo un alimento es alto en grasas, en
azúcares, con alto contenido de grasas saturadas, etc. Si ponemos un ejemplo,
un pequeño paquete de galletas de vainilla tendría encima de su envoltura tres
octógonos que dirían lo siguiente: Alto en azúcares, alto en grasas saturadas y
alto en calorías. Pero con la propuesta del dictamen aprobado en la comisión de
defensa al consumidor aparecería un semáforo con parámetros y valores en gramos
que los padres de familia no podrán entenderlos.
El semáforo, que los parlamentarios
que votaron a favor querían imponer, es un mecanismo que ya está en las
etiquetas, solo que no está en colores. Realmente no nos va a servir de nada,
porque nadie los entiende. Sería muy irresponsable y una vergüenza que el
congreso quiera promulgar esta modificación nefasta de la ley de alimentación
saludable bajo insistencia. La eliminación de los octógonos no puede darse
porque la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la
Salud y el Ministerio de Salud se han pronunciado en contra del dictamen
propuesto y apoyan los octógonos de advertencia.
Nuestros países vecinos, Ecuador y
Chile, cuentan con un eficiente etiquetado de sus productos que ha permitido
mejorar sus hábitos de consumo, lo que implica directamente en la salud de sus
ciudadanos. Exigimos que se archive esta modificación y que se ponga en marcha
la aprobación del manual que permite el uso de octógonos. Apostemos por cuidar
nuestra salud que vale más que el oro.
Yonhy Lescano Ancieta
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